En las entrañas de la mina: Miami Heat encontró oro donde otros solo vieron rocas y construyó un equipo único

Author Photo
Miami Heat Playoffs 2023
Getty Images

¿Dónde reside la clave del éxito de Miami Heat? En una liga donde las estrellas marcan el destino y el techo de todo equipo los de Erik Spoelstra emergen como una anomalía, como un camino con tanto riesgo que ningún otro insensato se atrevería a seguirlo sin pagar un alto precio. La construcción del plantel es el aspecto más importante en el devenir de cualquier franquicia que pretenda alcanzar la gloria. Hay muchas y muy diversas formas de afrontar esta cuestión. Traspasos, Draft, Agencia Libre, desarrollo, veteranos... Sin embargo, la filosofía de Miami Heat destaca por lo insólita que resulta, pues no encaja en ningún guión anterior, no aparece en los manuales. Y aun con todo, funciona. Algo que ocurre porque toda la estructura está configurada alrededor de una idea: conseguir una ventaja competitiva allá donde nadie busque. Herencia de un Pat Riley que a sus 78 años sigue presente en el día a día de la estructura, ya sea de manera directa o indirecta. 

Dicen que de la necesidad surge el ingenio y en un momento donde nada escapa al control de las 30 franquicias de la NBA, Miami opera en un plano y un registro diametralmente opuesto al de sus rivales. Su búsqueda del talento va más allá de aquello que los jugadores pueden hacer dentro de las cuatro líneas que delimitan la cancha. Todos aquellos que firman un contrato con la organización de Florida parecen cortados por el mismo patrón, en especial los que nadie espera de ellos nada más que su presencia. Como si los creasen en serie, el equipo de Florida se nutre de figuras extremadamente competitivas, que, con suerte, brillarán en algún aspecto concreto, pero que en términos generales podrían ser vistos como deportistas genéricos sin mayor virtud que su fuerza de trabajo.

Porque Miami Heat es eso, un equipo de proletarios.

Sobre todo si por proletarios entendemos a aquellos que no cuentan con un bagaje previo que les sirva como carta de presentación, que, por su cantidad, constituyen la mayoría de la población NBA, y cuyas aptitudes técnicas no se diferencian mucho los unos de los otros. ¿Acaso hay mucha distancia a nivel objetivo entre Gabe Vincent y Jordan Goodwin de los Wizards? ¿O entre Max Strus y Yuta Watanabe de los Nets? Lo que separa a cualquier otro secundario de los que forman parte de Miami Heat es su entrega, comprensión del rol y constante superación de aquello para lo que están preparados. 

Sigue a Sporting News en Twitter: México | Argentina | España

En la rotación habitual de Erik Spoelstra hay cuatro jugadores undrafted, es decir, que nunca fueron elegidos en el Draft, por lo que tuvieron que ganarse el pan siguiendo un camino muy diferente al del resto de nombres importantes en Playoffs. Lejos de ser algo circunstancial, esto forma parte de un plan a gran escala, de una decisión interna por ir en busca de algo que el resto no tenía en sus radares. La gerencia de Miami sabe bien el tipo de jugador que quiere, las virtudes que esperan de cada uno y por qué les quieren. "Es la filosofía de la organización que llevamos poniendo en práctica desde hace muchos años. Sabemos que no somos para todo el mundo, pero nos gusta ser aquellos que cumplen sueños", dijo en 2022 a ESPN el técnico de Miami. 

La concreción en la búsqueda y en los parámetros es una de las cuestiones de mayor valor de este momento. Con tantísimos datos al alcance de un click las franquicias han de separar el grano de la paja como nunca antes en la historia de esta liga. De ahí que no solo se busque el talento en líneas generales, sino perfiles muy determinados que respondan a necesidades y vacíos específicos. Un mar en donde los trabajadores de Miami Heat se mueven como nadie. 

Hay dos pilares sobre los que se sustenta el éxito de la franquicia en ese sentido como son el descubrimiento y, por otro lado, el desarrollo y el posterior encaje de esas piezas hasta entonces ocultas. 

Más | La imposible historia de Max Strus: de una lesión crítica a ser el factor X de Miami Heat

Miami tiene en nómina a uno de los scouts con más experiencia y clínico de toda la liga como es Chet Kammerer, responsable de la búsqueda de figuras de la talla de Max Strus o Duncan Robinson, sin ir más lejos. Kammerer coordina a un elenco de profesionales que recorren cada rincón de Estados Unidos y el resto del mundo para dar con el siguiente diamante en bruto. Un personaje que ha entablado tal relación de amistad con Spoelstra después del tiempo que llevan juntos que a través de la sinergia que comparten se puede entender todas las historias de éxito del equipo.

"Parte de la razón por la que todavía estoy interesado en nuestro éxito es que realmente empujo para que Spoelstra tenga éxito”, dijo Kammerer en 2017 “Obviamente, hago mi trabajo porque quiero hacerlo bien para la organización. Pero en privado, quiero verlo triunfar [a Spo]”.

Algo que es bidireccional, por supuesto.

“Es un hombre de carácter, de fe, de gran humildad. Aprendí más de ese ejemplo que sobre qué tipo de jugador elegir para Miami Heat. Ese es probablemente el mayor cumplido que le puedes hacer", comentó Spoelstra en esa misma pieza.

Pat Riley Erik Spoelstra
(NBAE via Getty Images)

Suscríbete a NBA League Pass para ver todos los partidos: Estados Unidos | Resto del mundo

Pero lejos del complejo, dificultoso y a veces insatisfactorio trabajo que es la detección de talento, la historia de éxito de Miami Heat no termina aquí. Porque no, nadie que acaba funcionando bajo las órdenes de Spoelstra es alguien que ha vivido alejado de la sociedad esperando ser descubierto. Al contrario, son jugadores con tremendas carencias en aspectos fundamentales del juego, pero que tienen un extra que les hace diferentes y por el cual la franquicia apuesta. 

Es aquí donde entra en juego la segunda pata de la franquicia: desarrollo y encaje. Un aspecto donde hay que mencionar a varios miembros sin los cuales no podría entenderse cómo han llegado tan lejos: Anthony Carter, director de desarrollo, y Chris Quinn y Octavio De La Grana, entrenadores asistentes. 

Carter es el eslabón que une el campo de entrenamiento con el de juego, el nexo que posibilita que un lienzo en blanco acabe convirtiéndose en la pintura que completa cada pared del despacho de Spoelstra. Él les da forma, les nutre de recursos técnicos, pero sobre todo les da confianza. Una base firme sobre la que crecer y que supone la primera toma de contacto con la archiconocida Cultura Heat.

Más | La última gran obra de Erik Spoelstra: El camaleón de los entrenadores

El teléfono de Carter siempre está encendido para recibir la llamada de cualquier jugador que quiera un poco de trabajo extra. A veces es solo por rutina, otras para mejorar y añadir algo más a la mochila. 

"Te daremos la misma oportunidad que a un número 1 del Draft", dijo recientemente Udonis Haslem. "Tienes que trabajar duro. Pero les damos a todos esa confianza. Creemos en el liderazgo en todos los niveles".

Después, Quinn y De La Grana, les dan sentido junto a Spoelstra dentro de un sistema cuyo éxito reside en estructuras sencillas, abiertas y flexibles, donde los roles puedan intercambiarse sin que la filosofía se vea afectada lo más mínimo. 

"Su reputación les precede, pero luego, una vez que estás dentro de estas paredes, todo salta a la vista", dijo a Bleacher Report Duncan Robinson en relación a la importancia del entrenamiento y el desarrollo. "No hay días desperdiciados. Todos los días, te presentas y nunca sigues los movimientos, siempre te presionarán y en poco tiempo ves los resultados"

Esa confianza ciega en la base de la pirámide de la organización es lo que diferencia a Miami Heat del resto de franquicias NBA. Ellos funcionan de abajo arriba, siendo tan importante para el éxito final un entrenamiento individual con el 14º jugador de la rotación como la perspicacia de un scout a la hora de encontrar aquello que andaban buscando. Esa mirada transparente al juego, donde las etiquetas o el estatus pierden valor en favor del aporte real les da una ventaja competitiva respecto a otros. Su aproximación a la realidad es pragmática y Spoelstra, aunque cree en los roles y en los liderazgos, no dudará en sentar o dar prioridad a otro si la situación lo requiere. 

“El hecho de que no seas elegido en el Draft no significa que seas un mal jugador", comentó al NY Post recientemente Max Strus. “Pero tenemos talento, venimos aquí y trabajamos y nos dejamos la piel. Y la organización, el cuerpo técnico también dedica tiempo a nosotros y creen en nosotros. Cuando alguien cree en ti es difícil no creer en ti mismo. Así que solo quieres salir y seguir probándote, demostrando tu valía en esta liga y seguir haciendo las cosas correctas que ayudan a ganar”.

Casi como una extensión de su propia historia vital, Erik Spoelstra ha acabado por volcar su ejemplo en el resto de la organización, encontrando a gente que hace de la épica de la meritocracia algo real, casi como la excepción que confirma la norma. Detrás de cada uno de los jugadores, como Strus o Robinson o de los entrenadores, como Quinn o Spo, hay un relato vital de lo que en condiciones normales nunca hubiera ocurrido. Sin embargo, Miami Heat era el único lugar donde algo así podía ocurrir. 

“Normalmente no tenemos una gran cantidad de elecciones de Draft. Solo somos nosotros. No está bien o mal; esa es solo nuestra filosofía”, dijo Spoelstra al Sun Sentinel en mayo de 2023. “Así que tenemos que acumular y desarrollar nuestra base de talentos, a veces de diferentes maneras para completar un roster.

“Hemos tenido grandes ejemplos a lo largo de los años. Siempre es más fácil cuando tienes a tipos como la Haslem, ese ha sido siempre el ejemplo. Anthony Carter, Malik Allen, Chris Quinn, todos ellos prepararon el escenario para la próxima generación de jugadores, que son los que están trabajando con ellos ahora mismo. Pero si tienes un gran sueño y quieres ser desafiado, sentimos que podemos ser el lugar para muchos de ellos".

Más allá del discurso triunfalista e idealizado, hay mucha verdad en el ejemplo de Miami Heat, una organización que buscará en los lugares más recónditos del planeta hasta dar con la veta de oro allá donde otros solo encontraron piedras. 

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.

Autor/es
Author Photo
Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.
LOS ÚLTIMOS VIDEOS